Clases YOGA FLOW DANCE | Carolina Rodríguez

En las clases de Flow Dance, exploramos en las posibilidades de nuestro cuerpo en libertad a través de prácticas sugeridas. Exploramos en el espacio, en nuestras articulaciones, en el movimiento de cada parte del cuerpo y cómo a través de esa indagación nos encontramos con diferentes estados anímicos y emocionales. El Flow Dance nos invita a liberarnos y a disfrutar, para llegar al silencio mental. No se necesita experiencia previa ni conocimientos de danza. No hay límites de edad para practicar Flow Dance.

Tu cuerpo registra la historia de tu vida, es la expresión de tu existencia. Todo lo que te sucede se almacena y se refleja en tu cuerpo. No se puede disolver la interconexión entre el cuerpo y el espíritu. Cuando pones tu cuerpo en movimiento tu psique se sana a sí misma.

Ven a danzar tu existencia, a hacerte uno con la música, a rendirte al ritmo y a recargar pilas.

Cuando dejamos al cuerpo evolucionar en el movimiento y lo hacemos de forma consciente, comprendemos que éste tiene la capacidad de armonizarse. Cuando nos dejamos deslizar con la música, cambiar de posición, mover la energía sin tensión, activamos la parte lúdica del movimiento. Nos podemos recrear en el juego del baile, en una danza esencial, en el sentido en que, lejos de forzarnos, nos invita a expresarnos y a conectar con el momento presente de una forma consciente. Desde la curiosidad, observamos sin querer hacer cambios, aceptamos lo que ocurre sin lucha. La danza que surge como consecuencia lógica del proceso de moverse y respirar.

Nuestras células están impregnadas de emociones. Dichas emociones generan actitudes determinadas que se mantienen incorporadas en nuestros tejidos. Nuestra manera de ser y sentir configura un patrón postural y de movimiento. Y a la vez nuestro patrón neuro-motriz afecta a la manera en que percibimos y nos experimentamos. El movimiento consciente se convierte en un reaprendizaje o, más bien, “desaprendizaje” que nos permite desprendernos de patrones rígidos y limitantes. Buscamos más el fluir de la energía orgánica que fijarnos en la evolución de la energía muscular, que tan solo es un vehículo que nos permite expresarnos. Observamos cómo respiramos y lo que ocurre en nuestro cuerpo cuando nos movemos, sin fijar un patrón rígido ni una meta preestablecida.

Es muy probable que si nos entregamos a la vivencia del movimiento se deshagan bloqueos y tensiones, no siempre físicos. El FLOW DANCE nos ayuda a explorar sensaciones y emociones que de otra manera permanecen ocultas en nuestro interior.

BENEFICIOS

· Existen estudios que corroboran que la danza y el baile es una de las formas de estilo de vida que más nos pueden ayudar en la prevención de enfermedades neurogenerativas y de la salud mental.

· Otros muchos estudios demuestran que las personas que bailan regularmente aumentan sus capacidades cognitivas como la capacidad de atención, la capacidad de memoria, la plasticidad neuronal, la coordinación de la conducta, el equilibrio.

· Mejora los niveles de resistencia al dolor y, cuando se realiza en grupo, la comunicación entre corazones. Mejora los vínculos sociales entre personas. Las personas que bailan en grupo habitualmente desarrollan comportamientos más altruistas.

· Fortalece la autoestima y la identidad.

· Nos permite encontrar la naturalidad y la espontaneidad a partir de movimientos sugeridos.

· Reduce el estrés en todos los niveles y estimula nuestra fuerza vital para favorecer la capacidad de autocuración.

Y, sobre todo, es una MEDITACIÓN EN MOVIMIENTO, que nos provoca un estado de profundo y sentido BIENESTAR.